A mediados del 2017 un cliente compra una antigua casona en el barrio de Vicente López a pocas cuadras del Río de la Plata y, junto con su parque se emplazaba un gran quincho. Este tenía tanta historia como los muebles que hacía años que no se usaban, las arañas sobre las mesas esperando a ser colgadas y encendidas y en uno de los laterales, una parrilla de 3 mtrs oxidada con sus cadenas rotas, unas hamacas, entre otras.

Este antiguo quincho llamado La Catedral, era el lugar de encuentro de sus amigos y el mejor espacio para celebrar negocios. El quincho de más de 80 mtrs2 era utilizado en el siglo pasado por empresas y amigos para presentar nuevos productos y para generar camaradería entre Pymes. La actividad del mismo había cesado hace algún tiempo, y el abandono causaba en él un deterioro creciente.

Hace unos meses, un grupo de diseñadores y arquitectos se reunieron con el Sr Ficelle actual Guardián del quincho para presentarle las mejoras y poner en

funcionamiento el quincho y parque. Una vez autorizados para trabajar, uno de los arquitectos asignados se contacta con Aceros Unión para presentarnos el proyecto, y luego de realizar el diagnóstico; se proveen de las soluciones de cadenas a restaurar.

La vida del quincho está inexorablemente ligada al tiempo, por lo que cuando nos convocaron para poner a punto la parrilla y tres arañas, nuestro desafío fue mantener el estilo y producir con el mejor hierro, las mejores cadenas.

Las cadenas para parrilla, deben de contar con un excelente hierro para resistir altas temperaturas, pero también cada uno de sus eslabones deben estar óptimamente soldados para que la unión siempre esté presente. Esto brinda un producto de largo plazo, seguridad para el asador y que el asado no termine sobre las brasas…

Las cadenas decorativas que se utilizaron para las arañas, debieron de adaptarse a las alturas de los techos, al peso de las estructuras, al color y al diseño de las lámparas definidos por el arquitecto y diseñador. Cada araña requirió de una cadena especial, utilizando diferentes medidas y terminaciones. En efecto, estas cadenas, se ajustan a los requerimientos especiales de cada araña.

El parque cuenta con una tirolesa de más de 50 mtrs y un juego de 3 hamacas, otro espacio que el equipo de arquitectos debía de restaurar. Se tuvo que reemplazar el cable de acero para unir los dos imponentes pinos azules y para las hamacas, se necesitaron 10 mtrs de cadenas, fuertes para que soporten a personas de más de 250 kgs y un tratamiento integral para todos los climas.

Ante la finalización de la restauración de todas las cadenas y cables definidos en el proyecto, el Sr Ficelle iluminó el Parque, probó el riel de la tirolesa y se transformó en el Gran Asador del Catedral.